la enfermedad del fracaso

Mirando un poco más de cerca   a  la gente, se descubrirá que las personas desafortunadas sufren de una
enfermedad del pensamiento que va menguando la mente. Esa enfermedad es la   exusitis.  Detrás de todo fracaso se encuentra esta enfermedad en su forma avanzada. Y un alto número de personas padecen por lo menos una forma benigna de este mal.
Se descubrirá que la excusitis explica la diferencia entre la persona que se van ubicando, y aquellas que apenas se sostienen en la situación que vive. Se encontrará que en cuanto más exitoso es alguien, menos se inclina a dar excusas
El  sujeto que no ha ido nunca a ninguna parte y no tiene ningún plan para llegar a algún lugar, siempre tiene un arsenal de razones para explicar porque. Las personas con logros mediocres están prontas a explicar por qué no tienen, porque no hacen, porque no pueden  y  porque no son.
Estudiando  la vida de las personas afortunadas, se encuentra esto: todas las excusas aducidas por los sujetos mediocres podrían ser, pero no son, aducidas por las personas prósperas.
Nunca se ha conocido de ningún alto funcionario con éxito en los negocios, vendedor, profesional, o en cualquier campo; que no hubiera podido hallar una o más excusas de peso para justificarse. Hay personas paralíticas que podrían esconderse tras sus piernas inertes; hay quienes, por no contar con una educación formal podrían excusarse en  tal carencia; o aquellos que, tras un ataque al corazón, podrían agazaparse detrás de este mal.
Al igual que cualquier otra enfermedad, la excusitis empeora si no se en la trata convenientemente.  Una víctima y de esta enfermedad del pensamiento, atraviesa por el siguiente proceso mental: “No lo estoy haciendo también como debiera. ¿Que puedo aducir como excusa, que me ayude a salvar las apariencias?”  Veamos: mala salud falta de preparación, demasiado  viejo,  demasiado joven, mala suerte, infortunio personal, esposa, la forma en que he sido educado.
Una vez que la víctima de este mal del fracaso ha seleccionado una buena excusa, se aferra a ella. En adelante se valdrá de ella para explicar asimismo, y a los demás porque no sale adelante.
Y cada vez que la víctima expresa su excusa, ésta se va a arraigando   más profundamente en su subconsciente  Los pensamientos positivos o negativos, toman más fuerza a medida que son nutridos con repetición constante. En un principio la víctima  de la excusitis reconoce que su excusa es mentira en cierta medida. Pero cuanto más la repite, más llegar convencerse de que es del todo cierta, de que el pretexto, que es la razón de que no tenga el éxito que debiera.
El primer paso, en consecuencia, en su programa personal para pensar así como alguien con éxito, debe ser
vacunarse contra la excusitis, la enfermedad de los fracasados.
La excusitis se presenta en una gran variedad de formas, pero los peores tipos de este mal son la excusitis de salud, de inteligencia, de edad y de mala suerte.
Para cada una   de estas variedades  existe una  vacuna; las cuales serán el tema a tratar en el próximo  post.
Descubrir el problema es un paso fundamental; pero no servirá de mucho si no se le aplica una solución.

B. Dc. David J Schwartz