Los amigos obran con la mejor intención cuando dice: “Es sólo tu imaginación. No te preocupes. No hay nada que temer.”
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Sí, el miedo es real; y debemos reconocer que existe, antes de que podamos vencerlo.
La mayor parte de los miedos son en la actualidad psicológicos. La preocupación, la tensión, la confusión y el pánico se derivan todos de una imaginación negativa mal conducida. Sin embargo, el simple hecho de conocer el origen de un temor no lo remedia. Si un médico descubre que usted tiene una infección en alguna parte de su cuerpo, su trabajo no terminan ahí, el procede a prescribir un tratamiento que cubren esa infección de
La tan mentada Frase, “ no está más que en tu mente” supone que el temor en
realidad no existe. Pero si existe. El miedo es real. El miedo es el enemigo
número uno del éxito. El miedo impide a la gente aprovechar oportunidades; el
miedo agota la vitalidad física; el miedo enferma verdaderamente a la gente,
propicia trastornos orgánicos, acortar la existencia; el miedo les cierra la
boca cuando usted quiere hablar.
El miedo la incertidumbre, la falta de confianza, explica
porque aún tenemos recesiones económicas. El miedo explica porque millones de
personas tienen pocas realizaciones y gozos
El temor es en verdad una fuerza muy poderosa. En una forma
u otra el temor impide a la gente obtener lo que desea de la vida.
El miedo de todo tipo y tamaño es una forma de infección
psicológica. Y una infección mental podemos curarla de la misma manera en que curamos
una infección del cuerpo: con tratamientos específicos cuya eficacia ha sido
comprobada
Antes que nada, sin embargo, como parte de su preparación
para el tratamiento, debe acondicionarse con este pensamiento, que es un hecho:
toda la confianza es adquirida, es algo que se desarrolla. Nadie nace con confianza.
Esas personas que usted conoce, y que irradian confianza, que han vencido las
preocupaciones, que se sienten a gusto en todas partes y todo el tiempo,
adquirieron esa confianza paso a Paso.
Usted también puede
hacerlo. La regla de oro que todos debemos tener para lograr el éxito en
cualquier objetivo propuesto es “la acción vence el temor sierra”.
La versión es en verdad un remedio para el miedo. Cuando
enfrentamos problemas difíciles, nos quedamos empantanados en el lodo hasta que
emprendemos alguna acción. La esperanza es el punto de partida. Pero la
esperanza requiere de la acción para conseguir victorias.
Ponga en marcha el principio de la acción. La próxima vez
que experimente un temor, por pequeño o grande que sea, manténganse firme luego
busque una respuesta a esta pregunta: ¿qué clase de acción debo emprender para
vencer mi miedo?
Delimite en qué consiste su temor, y enseguida emprendan
acción conveniente. Emplee este método de dos pasos para vencer el miedo y
ganar confianza
1. Defina cuál es su miedo. Precíselo. Determine exactamente
a qué teme.
2. Entonces emprendan acción. Existe algún tipo de acción
para cualquier clase de miedo.
Y, recuerde, la indecisión no hacen más que agrandar,
intensificar, el temor. Actúe con presteza. Sea decidido.
Su cerebro es en muchos sentidos semejante a un banco. Todos
los días uno deposita pensamientos en un “ banco mental”. Estos pensamientos
depositados se incrementan y se convierten en nuestra memoria. Cuando uno se
pone a pensar, o cuando enfrenta un problema, le dice realmente a su banco de
memoria, “ ¿qué se ya acerca de esto?”
Su banco de memoria responde automáticamente y le
proporciona información, referente a esta situación, que usted ha depositado
antes. Su memoria es, por consiguiente, el proveedor básico de materia prima
para su nuevo pensamiento.
ve a la segunda parte
bibliográfica: David J. Schwartz, Pensar en grande